TIEMPO DE PANTALLA
¿Es malo todo el tiempo frente a la pantalla para los niños?
Es probable que hayas encontrado diversas opiniones sobre el tiempo frente a pantallas, con algunos inclinándose hacia la extrema precaución y otros abogando por un enfoque más equilibrado. Pero, ¿es realmente todo el tiempo frente a pantallas tan malo para tu hijo? Vamos a analizar más de cerca y desmentir 5 mitos populares sobre el tiempo frente a pantallas.
![Una madre feliz y su hijo van de excursión por el bosque. Están utilizando mapas en el teléfono inteligente.](https://a.storyblok.com/f/321573/6000x4000/777fca9dd7/titulo-es-todo-el-tiempo-de-pantalla-malo.jpg/m/1000x0)
Mito #1: Todo el tiempo frente a la pantalla es igual
Antes de sumergirnos en el debate sobre el tiempo frente a la pantalla, aclaremos una cosa: no todo el tiempo frente a la pantalla es igual. Pero la verdad es que diferentes tipos de tiempo frente a la pantalla pueden tener impactos muy diferentes en el desarrollo de tu hijo. Para entender esto mejor, dividamos el tiempo frente a la pantalla en dos categorías: pasivo y activo.
El tiempo frente a la pantalla pasivo se refiere a actividades donde tu hijo consume contenido sin mucho compromiso o interacción, como ver videos o jugar juegos móviles que no requieren ningún pensamiento estratégico. Aunque estas actividades pueden ser entretenidas, generalmente no ofrecen mucho en términos de desarrollo cognitivo, social o emocional. De hecho, se ha relacionado el tiempo pasivo excesivo frente a la pantalla con problemas como la reducción de la atención y un menor rendimiento académico.
Por otro lado, el tiempo frente a la pantalla activo implica actividades que requieren que tu hijo piense, cree o interactúe. Ejemplos de tiempo activo frente a la pantalla incluyen leer libros electrónicos, participar en juegos educativos, crear arte digital o incluso aprender a programar. La investigación ha demostrado que estas actividades pueden ser beneficiosas para los niños, ayudándoles a desarrollar el pensamiento crítico, habilidades para resolver problemas, creatividad y habilidades técnicas.
Mito #2: La edad no importa cuando se trata del tiempo frente a la pantalla
Muchos padres podrían asumir que las pautas sobre el tiempo frente a la pantalla son universales, pero la realidad es que la edad de su hijo juega un papel importante en determinar lo que es apropiado. Las recomendaciones específicas por edad pueden ayudarlo a administrar de manera más efectiva el tiempo frente a la pantalla de su hijo:
Menores de 18 meses: Evite el tiempo frente a la pantalla tanto como sea posible. Priorice las interacciones cara a cara y las experiencias sensoriales para apoyar el desarrollo cognitivo y emocional.
De 18 meses a 2 años: Si es necesario, introduzca cantidades muy, muy limitadas de tiempo frente a la pantalla activo de alta calidad y apropiado para la edad, como aplicaciones educativas o juegos interactivos diseñados para niños pequeños. Su participación como padre es crucial en esta etapa.
De 3 a 5 años: Apunte a un equilibrio saludable entre el tiempo frente a la pantalla activo y pasivo, con un enfoque en contenido educativo y actividades creativas. Limite el tiempo frente a la pantalla pasivo a no más de 1 hora al día.
De 6 a 12 años: Introduzca gradualmente más actividades frente a la pantalla activas apropiadas para la edad alineadas con sus intereses y necesidades de desarrollo. Monitoree y limite el tiempo frente a la pantalla pasivo para asegurarse de que no interfiera con el sueño, la actividad física o las interacciones sociales.
Adolescentes: Permita más autonomía en la gestión de su tiempo frente a la pantalla, pero continúe fomentando un equilibrio entre actividades activas y pasivas. Mantenga una comunicación abierta y discuta la importancia del uso responsable de la pantalla.
Mito #3: El tiempo frente a la pantalla siempre es perjudicial para la salud física de los niños
Todos hemos escuchado que pasar demasiado tiempo frente a la pantalla puede llevar a la obesidad y otros problemas de salud. Si bien es cierto que un exceso de tiempo sedentario frente a la pantalla puede contribuir a un estilo de vida poco saludable, es esencial considerar el panorama general. La clave está en equilibrar el tiempo frente a la pantalla con otras actividades, como deportes o juegos al aire libre, para asegurar que tu hijo mantenga un estilo de vida saludable.
Además, algunas actividades basadas en la pantalla pueden promover realmente la salud física. Por ejemplo, los videojuegos activos o aplicaciones de fitness pueden animar a los niños a moverse y mantenerse activos, mientras que las aplicaciones educativas pueden ayudarles a aprender sobre nutrición y bienestar.
Mito #4: El tiempo frente a la pantalla siempre obstaculiza el desarrollo de habilidades sociales
Algunas personas argumentan que pasar demasiado tiempo frente a pantallas puede obstaculizar el desarrollo de las habilidades sociales de los niños. Sin embargo, esta afirmación no cuenta toda la historia. Cuando se utiliza de manera apropiada, la tecnología puede ayudar a los niños a conectarse con otros y desarrollar habilidades sociales.
Por ejemplo, las plataformas de videochat permiten a los niños mantenerse en contacto con familiares y amigos que están lejos, mientras que los foros en línea o las redes sociales pueden conectarlos con compañeros afines que comparten sus intereses.
La clave es asegurarse de que el tiempo que tu hijo pasa frente a la pantalla incluya interacciones sociales y que no reemplace las conexiones en persona. ¿Por qué es tan importante? Las interacciones cara a cara son vitales para el desarrollo emocional de tu hijo porque les ayudan a comprender y reconocer mejor las emociones a través de expresiones faciales, lenguaje corporal y tono de voz, y aprenden a desarrollar habilidades de comunicación no verbal.
Mito #5: La única forma de gestionar el tiempo frente a la pantalla es estableciendo límites estrictos
Si bien es importante ser consciente del tiempo que pasa tu hijo frente a la pantalla, establecer límites demasiado estrictos no siempre es la estrategia más efectiva. La investigación ha demostrado que los padres que adoptan un enfoque más flexible y colaborativo para gestionar el tiempo frente a la pantalla tienen menos conflictos con sus hijos y una mejor relación padre-hijo.
Por lo tanto, en lugar de imponer reglas rígidas, considera tener una conversación abierta con tu hijo sobre sus hábitos de uso de la pantalla. Anímalos a reflexionar críticamente sobre cómo utilizan las pantallas y ayúdalos a establecer sus propias metas y límites. Esto no solo dará a tu hijo un sentido de autonomía, sino que también fomentará una actitud saludable hacia la tecnología.
Entonces, ¿cuál es el veredicto sobre el tiempo frente a la pantalla?
La verdad es que el tiempo frente a la pantalla no es inherentemente bueno ni malo para tu hijo. Como muchas cosas en la vida, se trata de equilibrio y moderación. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a navegar por el laberinto del tiempo frente a la pantalla:
Comprende el contenido: Familiarízate con las aplicaciones, juegos y sitios web que utiliza tu hijo. De esta manera, podrás tomar decisiones más acertadas sobre la calidad y la adecuación de su tiempo frente a la pantalla. Consejo: Ohana te proporciona estadísticas reveladoras para que puedas conocer más sobre el comportamiento en línea e intereses de tu hijo.
Prioriza el tiempo de pantalla activo: Anima a tu hijo a participar en actividades de tiempo de pantalla activo, como juegos educativos o proyectos creativos, en lugar de consumir de forma pasiva.
Fomentar una actitud saludable hacia la tecnología: Ayuda a tu hijo a entender que los dispositivos móviles son herramientas en lugar de simples fuentes de entretenimiento. Cuando tu hijo ve la tecnología como un medio para mejorar sus habilidades y conocimientos, es más probable que tome mejores decisiones en cuanto a las actividades frente a la pantalla.
Dar un buen ejemplo: Modela hábitos saludables frente a la pantalla estableciendo límites para tu propio tiempo de pantalla. Y recuerda dejar el teléfono cuando tu hijo te esté hablando.
Fomentar la comunicación abierta: Habla con tu hijo sobre sus hábitos de tiempo frente a la pantalla y discute los posibles beneficios y desventajas de sus actividades favoritas. Esto les ayudará a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y tomar mejores decisiones sobre cómo pasan su tiempo.
Establecer una rutina saludable: Crea una rutina diaria que incluya una mezcla de actividades basadas en la pantalla y fuera de ella. Asegúrate de reservar tiempo para la actividad física, socializar y fortalecer los lazos familiares. No es por presumir, pero es mucho más fácil para ti promover un estilo de vida digital equilibrado y saludable con Ohana.
Supervisar y ajustar: Permanece involucrado en los hábitos de tiempo frente a la pantalla de tu hijo y esté preparado para hacer ajustes según sea necesario. Esto puede implicar establecer límites o aumentar gradualmente su autonomía a medida que demuestren un uso responsable de la pantalla. Consejo: Ohana ajusta automáticamente las recomendaciones de tiempo frente a la pantalla según la edad de tu hijo.
Recuerda, cada niño es único: confía en tus instintos y haz lo que sientas que es correcto para tu familia. Juntos pueden ayudar a garantizar que tu hijo aproveche los beneficios de la tecnología mientras se minimizan posibles desventajas. ¡Tú puedes hacerlo!