SEGURIDAD EN LÍNEA
Sharenting: Por qué deberías dejar de publicar fotos de tu hijo
En la era digital, es demasiado fácil compartir momentos de nuestras vidas en línea. Compartimos fotos de nuestras vacaciones, nuestras comidas, nuestras mascotas y sí, nuestros hijos. Este fenómeno, conocido como "sharenting", ha crecido rápidamente con el auge de las redes sociales. Pero, ¿es inofensivo? En esta publicación, discutimos los posibles riesgos del "sharenting".
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¿Qué es el "sharenting"?
El "sharenting", un término que combina "compartir" y "crianza", se refiere a los padres que comparten en exceso detalles sobre la vida de sus hijos en plataformas de redes sociales. Esto puede ir desde compartir fotos lindas o anécdotas divertidas, hasta publicar aspectos más íntimos de la vida de sus hijos, incluyendo momentos personales o embarazosos.
El auge del "sharenting"
La revista TIME informó que el 92% de los padres comienzan a publicar fotos de sus hijos en línea antes de que cumplan 2 años. ¡Y se pone aún más loco! Una encuesta realizada por Nominet reveló que un niño promedio tiene 1,000 fotos suyas publicadas en línea para cuando cumple... ¡5 años!
¿Has publicado fotos u otra información sobre tu hijo en las redes sociales? Veamos por qué esto puede ser problemático y descubre cómo puedes encontrar un equilibrio.
Los riesgos de compartir información sobre los hijos en redes sociales.
Explotación y seguridad
La mera cantidad de datos personales sobre niños disponibles en línea proporciona una visión alarmante de la escala y las posibles consecuencias del sharenting. Esta riqueza de información puede ser manipulada por individuos con intenciones dañinas, haciendo que los niños sean vulnerables al robo de identidad.
Otra preocupación que está surgiendo en los últimos años es el fenómeno del 'secuestro digital'. Aquí es donde extraños roban fotos de niños compartidas en línea, las vuelven a publicar en sus propios perfiles de redes sociales y afirman que los niños son suyos. Aún más preocupante, un periódico australiano informó que más del 50% de las imágenes compartidas en sitios de pedofilia fueron subidas inocentemente a las redes sociales por los padres, resaltando el riesgo extremo y la posible explotación asociada con el sharenting.
Privacidad y consentimiento
Una de las preocupaciones principales del sharenting es el tema del consentimiento. Los niños pequeños, especialmente aquellos que son bebés o niños pequeños, no son capaces de dar un consentimiento informado para que sus imágenes o historias personales se compartan en línea.
Esta falta de consentimiento se vuelve cada vez más preocupante con el aumento de la tecnología de reconocimiento facial, que facilita que los extraños vinculen fotos con identidades reales. Por ejemplo, una foto inofensiva de un niño en su uniforme escolar puede revelar la ubicación del niño.
Huella digital
Internet está escrito en tinta, no en lápiz. Incluso si las fotos o publicaciones se eliminan, la huella digital a menudo puede permanecer y recuperarse fácilmente. Cada publicación sobre un niño se suma a su huella digital en línea, un rastro de datos digitales que forma su identidad en línea y a lo que es posible que no hayan consentido.
Imagina las posibles consecuencias si un empleador u oficial de admisiones universitarias se topa con una foto vergonzosa de la infancia o una historia personal sensible que se compartió sin el consentimiento del niño. No solo podría resultar incómodo para la persona involucrada, sino que también podría afectar sus oportunidades profesionales o académicas. La huella digital de tu hijo, si no se controla, puede seguirlos hasta la adultez, convirtiendo momentos pasados en responsabilidades actuales.
Vergüenza y daño emocional
Aunque pueda parecer inofensivo compartir una anécdota divertida o una foto linda pero potencialmente vergonzosa de tu hijo en línea, estas publicaciones podrían tener efectos duraderos en el bienestar emocional de tu hijo. A medida que un niño crece, puede sentirse mortificado o incómodo al saber que algunos de sus momentos más privados están disponibles libremente para que los vean extraños.
Las publicaciones pasadas pueden convertirse en una fuente de vergüenza o incluso de daño potencial para tu hijo en el futuro. Compartir en exceso puede dañar inadvertidamente la privacidad de tu hijo y exponerlo al acoso cibernético potencial. En un estudio de la Universidad de Michigan, el 42% de los adolescentes sintieron que sus padres compartían demasiado sobre ellos en línea, impactando negativamente en sus vidas personales y sociales.
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Muchos adolescentes sienten que sus padres comparten demasiado sobre ellos en línea. (Fuente: Shutterstock)
8 Consejos para una Paternidad Responsable en Redes Sociales
A pesar de los riesgos asociados con el sharenting, no todo es pesimismo. Hay formas en que los padres pueden compartir aspectos de la vida de sus hijos en línea de manera más segura y respetuosa. Aquí hay algunas formas prácticas de disfrutar de los beneficios de compartir momentos de crianza sin arriesgar la seguridad digital y la privacidad de tus hijos:
1. Comprende por qué estás compartiendo: Antes de publicar cualquier cosa sobre tu hijo, pregúntate por qué lo estás compartiendo. Recuerda, es la información de tu hijo, no la tuya. Deberías tener una buena razón antes de enviar contenido al mundo.
2. Pide consentimiento: Inicia el diálogo sobre el consentimiento digital temprano. A medida que tu hijo crezca, pregúntale si se siente cómodo con que compartas sus fotos o historias en línea. Esto no solo respeta su derecho a la privacidad, sino que también les ayuda a aprender sobre el consentimiento y la ciudadanía digital desde temprana edad.
3. Revisa tus ajustes de privacidad: Verifica y actualiza regularmente los ajustes de privacidad en tus cuentas de redes sociales para asegurarte de que solo las personas en las que confías puedan ver tus publicaciones.
4. Limita la información personal: Evita compartir detalles que podrían usarse para identificar a tu hijo o su ubicación, como nombres de escuelas, cumpleaños o nombres completos.
5. Considera los sentimientos de tu hijo: ¿Tu hijo se avergonzaría de lo que estás a punto de compartir, ahora o en el futuro? Es una cosa contar una historia vergonzosa a un miembro de la familia o amigo cercano, y es otra cosa transmitir esa información al mundo.
6. Piensa en el futuro: Pregúntate si hay alguien que no debería ver esto sobre tu hijo, ahora o en algún momento en el futuro. Si lo que estás pensando en publicar podría perjudicar de alguna manera a tu hijo, no lo compartas. Piensa en cómo podría afectar la huella digital de tu hijo y las oportunidades futuras.
7. Calidad sobre cantidad: En lugar de publicar todo sobre la vida de tu hijo, considera compartir solo momentos significativos o hitos. Esto ayuda a limitar su huella digital.
8. Crea un grupo cerrado: Si deseas compartir momentos con seres queridos, considera crear un grupo cerrado o un chat privado donde puedas compartir imágenes e historias en un entorno más seguro y controlado. Instagram, por ejemplo, ofrece una función de “mejores amigos” para compartir historias solo con tus - como lo adivinaste - mejores amigos.
Si bien compartir en redes sociales puede ser una forma divertida de compartir los logros y hitos de tus hijos con amigos y familiares, los padres deben procurar encontrar un equilibrio saludable. Teniendo en cuenta los puntos anteriores, los padres pueden asegurarse de no solo respetar la privacidad de sus hijos, sino también protegerlos de posibles peligros.
Como padres, es nuestro deber enseñar a nuestros hijos sobre la importancia de la privacidad, el consentimiento y la seguridad en línea. Estas son habilidades vitales en esta era digital. Por lo tanto, es justo que comencemos dando un buen ejemplo con nuestro propio comportamiento en línea. Después de todo, la crianza no se trata solo de compartir, sino también de cuidar.