BIENESTAR DIGITAL
9 formas de proteger a tu hijo de la luz azul
¿Sabías que la luz azul de la pantalla de tu hijo podría estar robando más que solo su atención? Descubre cómo la luz azul podría estar afectando silenciosamente el sueño de tu hijo y explora 9 estrategias comprobadas para garantizar una buena noche de sueño para tu pequeño, y para ti mismo.
Los dispositivos digitales como los teléfonos inteligentes y las tabletas han cambiado profundamente nuestras vidas diarias, y especialmente las de nuestros hijos. Si bien estos dispositivos ofrecen beneficios para el aprendizaje y el entretenimiento, también vienen con un efecto secundario menos conocido: la emisión de luz azul.
¿Qué es exactamente la luz azul?
Imagina el espectro de luz visible como el arcoíris familiar que conocemos, comenzando desde el rojo y terminando en el violeta. Esto no es solo un cambio de color, sino también una progresión en los niveles de energía. La luz azul, con su longitud de onda más corta, ocupa una posición cerca del extremo violeta, lo que significa su mayor intensidad energética. ¡Piensa en la luz azul como el niño enérgico del espectro de luz - ¡siempre en movimiento!
La luz azul tiene una longitud de onda corta y está llena de energía. (Fuente: Shutterstock)
Ahora, es posible que te preguntes, ¿de dónde proviene esta luz azul? ¡De todas partes! Ya sea de la pantalla de tu hijo, una bombilla normal o el sol, cualquier fuente de luz emite ondas de luz azul, tanto artificial como natural. De hecho, ¿alguna vez has admirado un cielo azul claro en un día soleado? Esa es la luz azul en acción.
¿Es dañina la luz azul?
La luz azul no es la villana. Es el momento lo que causa problemas. Durante el día, la luz azul actúa como un disparo de espresso servido por la naturaleza. Obtenemos nuestra dosis principal de luz azul del sol, aumentando nuestra temperatura corporal y frecuencia cardíaca, lo que aumenta la alerta, ayuda a la memoria y la función cognitiva, y eleva el estado de ánimo.
Históricamente, los humanos no se encontraban con luz azul una vez que caía la noche. Pero en nuestro mundo moderno, no nos quedamos en la oscuridad después de que se pone el sol: muchas luces artificiales, especialmente los LED en nuestras pantallas, nos mantienen iluminados y emiten una cantidad significativa de luz azul.
Y es precisamente la luz azul después del anochecer la que puede interferir con nuestro sueño.
Cómo afectan las pantallas a nuestro sueño
La luz azul tiene una influencia única en el reloj biológico interno de nuestro cuerpo, también conocido como el ritmo circadiano. Este ritmo sigue un estricto horario de 24 horas y depende de señales de luz, por eso permanecemos despiertos durante el día y dormimos durante la noche. Si bien toda la luz visible influye en nuestro ritmo circadiano, la luz azul es la que más poder tiene en este sentido.
El desafío surge con la exposición a la luz azul generada por pantallas después del atardecer. Para nuestro cuerpo, la luz azul imita la luz del día. Cuando las pantallas inundan nuestros ojos con luz azul por la noche, pueden engañar a nuestro cerebro haciéndole creer que todavía es de día, lo que confunde nuestro ciclo de sueño-vigilia. ¿La consecuencia? Una interrupción en la liberación de melatonina, una hormona que nuestro cuerpo produce para hacernos sentir somnolientos.
Estudios destacan que las actividades con pantallas antes de acostarse, ya sea ver televisión, jugar o navegar en dispositivos, podrían resultar en una duración del sueño reducida y más interrupciones durante la noche. Sin embargo, vale la pena señalar que si bien la luz azul puede sabotear nuestro sueño, la Academia Americana de Oftalmología no encuentra evidencia concluyente de que dañe físicamente nuestros ojos.
Ojos jóvenes, apuestas más altas
A medida que envejecemos, nuestros ojos se vuelven menos sensibles a la luz. Los niños son más susceptibles a la luz azul porque tienen pupilas más grandes y lentes más claros. La investigación indica que la exposición a la luz nocturna suprime la producción de melatonina el doble en los niños en comparación con los adultos. Y los niños más jóvenes, especialmente antes de la pubertad, son aún más sensibles.
¿El resultado? Además de los trastornos del sueño inmediatos o el insomnio, existe un riesgo añadido de fatiga, desafíos académicos, cambios de humor e incluso preocupaciones de salud como la obesidad. Sumado a esto, el hecho de que sus cerebros aún se están desarrollando, hace que la importancia de un sueño reparador sea evidente.
Estrategias efectivas para proteger el sueño de tus hijos
Afortunadamente, como con todos los desafíos, existen soluciones. Aquí hay 9 formas de minimizar el impacto de la luz azul en el sueño de tus hijos.
1. Establece un toque de queda digital
Asignar un período 'sin pantalla' antes de acostarse es una de las formas más efectivas de combatir los efectos de la luz azul. Apunta a por lo menos una hora sin usar pantallas antes de que tu hijo se duerma. Esto permite que el cuerpo de tu hijo aumente naturalmente la producción de melatonina, preparándolos para una noche de descanso.
Con Ohana, hacer cumplir este toque de queda digital se vuelve muy sencillo. Ohana te permite establecer un horario de acostarse específico, definiendo cuándo el dispositivo de tu hijo se bloqueará automáticamente por la noche. Esto promueve la disciplina y una rutina de sueño saludable.
2. Utiliza esa tecnología
La mayoría de los dispositivos digitales vienen equipados con un filtro de luz azul. Esta característica cambia la temperatura de color de la pantalla de azul a un tono amarillento y más cálido, reduciendo efectivamente la emisión de luz azul. Active esta función y configúrela para que se encienda automáticamente al atardecer, o al menos 2-3 horas antes de acostarse. Este pequeño paso puede marcar una diferencia significativa.
Guía rápida sobre cómo activar la función Night Shift en el dispositivo iOS de su hijo:
- Vaya a Configuración.
- Toque en Brillo y Pantalla.
- Active Night Shift.
- Prográmelo y configure la temperatura de color en Más Cálido.
Si el dispositivo Android de su hijo carece de esta función incorporada, considere usar aplicaciones gratuitas como Twilight, Filtro de Luz Azul - Modo Nocturno, o Night Shift: Filtro de Luz Azul.
3. Establecer habitaciones libres de tecnología
Crear un dormitorio libre de tecnología ayuda a fomentar hábitos de sueño saludables. Anima a tu hijo a dejar sus dispositivos fuera de la habitación antes de comenzar su rutina para dormir. Mantener las pantallas fuera del dormitorio no solo limita la exposición a la luz azul, sino que también evita interrupciones del sueño por notificaciones, mensajes o alertas.
4. Equipar con bloqueadores de luz azul
Si las pantallas son una parte indispensable de las noches de tu hijo, las gafas de luz azul podrían ser una adición valiosa a su arsenal. Estas gafas especiales están diseñadas con lentes que filtran la luz azul, reduciendo considerablemente su impacto. Cabe destacar que, si bien evitan que la luz azul afecte los patrones de sueño de tu hijo, no hay investigaciones concluyentes que indiquen que alivian la fatiga visual digital.
5. Fomentar el ejercicio regular
Hacer ejercicio hace maravillas por la calidad del sueño. Al asegurarte de que tu hijo participe en actividad física durante el día, es más probable que duerma profundamente. Solo recuerda: las actividades de alta energía deben terminar unas horas antes de acostarse para evitar la sobreestimulación.
Estar al aire libre levanta el ánimo de tu hijo y les ayuda a dormir mejor. (Fuente: Shutterstock)
6. Prioriza la exposición a la luz natural
La propia luz azul de la naturaleza, el sol, beneficia nuestro ritmo circadiano. Al exponerse al sol, el reloj interno de tu hijo se alinea mejor con los ciclos naturales de día y noche, facilitando un sueño reparador por la noche.
7. Educar y capacitar
Una de las estrategias más empoderadoras es educar a tu hijo sobre el impacto de la luz azul. Hazles conscientes de cómo sus pantallas podrían interferir con su sueño y bienestar. Anímalos a tomar decisiones conscientes sobre su tiempo frente a la pantalla y la configuración de sus dispositivos. Cuando entienden el motivo detrás de tus reglas, es más probable que las sigan.
8. Promover la relajación sin pantallas
La hora antes de dormir debería ser todo sobre relajación. Cambia las pantallas por actividades tranquilas que ayuden a tu hijo a relajarse y preparar el escenario para un mejor sueño. Esto puede incluir leer un libro (preferiblemente físico), escuchar música tranquila o audiolibros, o jugar con juguetes no digitales. O déjalos explorar su creatividad a través del dibujo o la escritura. Para los niños mayores, introduce ejercicios de mindfulness, como la respiración profunda o el yoga suave, que pueden ayudar a facilitar la transición al sueño.
9. Liderar con el ejemplo
Los niños reflejan a los adultos, y nuestras acciones a menudo hablan más alto que nuestras palabras. Cuando priorizamos el sueño y tomamos decisiones conscientes sobre el tiempo frente a la pantalla, es más probable que nuestros hijos hagan lo mismo. Por lo tanto, encarna estos consejos y el equilibrio que deseas ver en la rutina de tus hijos, y es probable que los encuentres siguiendo el ejemplo.
Los dispositivos digitales están aquí para quedarse, al igual que la luz azul que emiten. Sin embargo, al comprender sus efectos y utilizar estrategias efectivas, podemos minimizar su impacto en el sueño de nuestros hijos. Fomentar hábitos digitales saludables ahora puede allanar el camino para una vida de buen sueño y bienestar general para tu hijo.