22 actividades de verano sin pantalla para niños y familias

El verano está aquí, y trae días cálidos y soleados perfectos para que tu hijo se divierta. ¡No hay escuela ni tareas significa un mundo de diversión y exploración esperándolos. Pero! Tener una estructura durante el verano puede ayudar a asegurarse de que tu hijo no pase demasiado tiempo mirando pantallas y en cambio esté creando experiencias memorables y divertidas.

Como padre, esta es tu oportunidad de oro para dar ejemplo. Es un buen momento para reflexionar sobre tu propio tiempo frente a la pantalla y ver cómo puedes reducirlo. Únete a estas actividades de la vida real con tu hijo para mostrarles lo divertido que puede ser desconectar los dispositivos. Después de todo, tus acciones influyen mucho en cómo tu hijo ve y usa la tecnología.

Una de las mejores partes del verano es crear recuerdos felices. Estos recuerdos hacen más que simplemente hacernos sentir bien. Ayudan a construir positividad, mejorar la salud emocional y acercar a tu familia. E interesantemente, nuestros recuerdos más felices generalmente no involucran pantallas. La verdadera felicidad y los recuerdos duraderos provienen de estar completamente involucrado en actividades, no solo mirarlas pasivamente en una pantalla.

Para hacer las cosas aún más divertidas, hemos tenido una idea que llamamos el Tarro de la Diversión. Escribe cada una de las actividades enumeradas a continuación en un trozo de papel y ponlas en un tarro. Luego, tu hijo puede elegir una actividad diaria o semanalmente, dándoles un objetivo divertido para trabajar hacia él.

¿Listo para sumergirte? Aquí tienes 22 actividades de verano sin pantallas para que tu verano comience.

1. Comienza un jardín: La jardinería no es exclusiva de grandes patios traseros. Incluso en espacios pequeños, como balcones o patios, tu hijo puede comenzar un jardín. Pueden plantar flores, hierbas o verduras en macetas u otros recipientes. La jardinería ayuda a los niños a comprender los ciclos de vida de la naturaleza, y fomenta la paciencia, la responsabilidad y una apreciación por el medio ambiente. Es gratificante ver las plantas por las que cuidaron florecer o dar frutos.

2. Haz helado casero o paletas: Los días calurosos de verano piden refrigerios refrescantes, ¿y qué podría ser mejor que helado casero o paletas? Tu hijo puede ayudar a seleccionar sabores, medir ingredientes y mezclarlos juntos, aprendiendo habilidades culinarias prácticas en el proceso. También es una oportunidad para enseñarles sobre la paciencia mientras esperan a que su creación se congele. Una vez listo, podrán disfrutar de una dulce recompensa, ¡que sabe aún mejor porque la hicieron ellos mismos!

3. Crea una búsqueda del tesoro: Las búsquedas del tesoro son emocionantes, ya sea en un gran patio trasero, un parque local o tu vecindario. A tu hijo le encantará seguir pistas y resolver acertijos que los lleven en una emocionante búsqueda. Fomenta la resolución de problemas, la actividad física y el juego imaginativo. Puedes adaptar la búsqueda a tu entorno, incorporando elementos o puntos de referencia disponibles en tu área.

4. Visita un museo local o sitio histórico: Los museos y sitios históricos ofrecen una gran cantidad de conocimientos que van más allá de lo que los niños aprenden en la escuela. Ya sea sobre dinosaurios, civilizaciones antiguas, obras de arte o historia local, estas visitas pueden inspirar la curiosidad de tu hijo y abrir sus mentes al vasto mundo que los rodea. Pueden hacer preguntas, participar en exhibiciones interactivas y traer conocimientos para compartir y explorar más a fondo.

5. ¡Sal en bicicleta juntos! Los paseos en bicicleta en familia son una forma divertida de combinar ejercicio, exploración y tiempo de calidad. Elige rutas diferentes para mantener interesantes cada paseo, descubre joyas escondidas en tu comunidad o simplemente disfruta de la sensación del viento en sus caras mientras pedalean juntos. Es una oportunidad para que tu hijo mejore sus habilidades en bicicleta, desarrolle un amor por las actividades al aire libre y comprenda el valor de mantenerse activo.

6. Ve de campamento: Acampar, ya sea en tu patio trasero o en un campamento local, ofrece a tu hijo un sabor de la vida al aire libre y la aventura. Pueden aprender a armar una tienda de campaña, cocinar sobre una fogata y observar el cielo nocturno. Los placeres simples de asar malvaviscos, contar historias bajo las estrellas y despertarse con los sonidos de la naturaleza crean recuerdos de verano inolvidables y les enseñan a apreciar el mundo natural que los rodea.

7. Cocinar una comida con ingredientes frescos: Cocinar juntos puede ser una experiencia nutritiva en más de un sentido. Comienza visitando un mercado de agricultores local, dejando que tu hijo/a ayude a elegir productos frescos y de temporada. De regreso a casa, involúcralos en lavar, picar y cocinar bajo tu guía. Esta actividad fomenta el trabajo en equipo, los introduce a diversos alimentos y sabores, les enseña sobre nutrición y habilidades básicas de cocina, y culmina en una comida de la cual pueden estar orgullosos de haber contribuido.

8. Crear tu propio circuito de obstáculos: Un circuito de obstáculos casero en tu jardín o en un parque local puede proporcionar horas de entretenimiento. Utilizando elementos simples como cajas, aros de hula hula, o incluso troncos caídos y rocas (siempre asegurando la seguridad primero), tu hijo/a puede diseñar un circuito desafiante y emocionante. Pueden competir contra el tiempo, intentando superar su mejor marca personal, o convertirlo en un evento social con una competencia amistosa entre amigos. Es una forma creativa y activa de desarrollar su agilidad, equilibrio y habilidades para resolver problemas, todo mientras aprovechan al máximo la naturaleza.

9. Crear murales con tizas en la acera: Libera el artista interior de tu hijo/a con un proyecto de arte al aire libre con tizas. Ya sea en tu patio, en un tramo tranquilo de acera en el vecindario, o en una pared de ladrillos, las tizas proporcionan un lienzo vibrante y temporal para su imaginación. Equipados con una variedad de colores de tiza, pueden dar vida a impresionantes murales y dibujos divertidos. Esta actividad fomenta su expresión creativa mientras agrega un toque de color al entorno local.

10. Hacer limonada casera: Hacer limonada casera es una actividad encantadora que introduce a tu hijo/a a los conceptos básicos de la cocina mientras ofrece una recompensa tangible y sabrosa. Se divertirán exprimiendo limones, midiendo azúcar y revolviendo la mezcla, refinando sus habilidades motoras en el proceso. También aprenderán sobre el equilibrio de sabores entre dulce y ácido, y la alegría de servir una bebida deliciosa y refrescante que prepararon ellos mismos a miembros de la familia o amigos en un día caluroso de verano.

11. Organizar una venta de garaje: Una venta de garaje ofrece una experiencia de aprendizaje real para tu hijo/a, combinando la organización, la economía y la interacción social. Pueden ayudar a clasificar los artículos, ponerles precio e interactuar con los clientes, aprendiendo sobre la negociación, el manejo del dinero y las matemáticas básicas. Además, es una oportunidad fantástica para discutir la importancia del reciclaje, la reutilización y el valor de las posesiones, enseñándoles que lo que ya no es útil para una persona puede ser un tesoro para otra.

12. Hacer tus propias burbujas: Hay algo mágico en las burbujas: la forma en que flotan y brillan a la luz del sol cautiva a niños de todas las edades. Tu hijo/a puede pasar horas soplando burbujas, persiguiéndolas y explotándolas. Intenta crear tu propia mezcla de burbujas usando agua, jabón para platos y un poco de glicerina. Experimenta con diferentes herramientas como perchas de alambre o cucharas ranuradas para crear burbujas de diferentes tamaños, ¡incluso gigantes! Esta actividad no solo es entretenida, sino que también ofrece una forma divertida y práctica de aprender sobre la luz, el color y la tensión superficial.

13. Escribir y enviar postales a familiares y amigos: Reaviva el encanto de la comunicación tradicional haciendo que tu hijo escriba y envíe postales. Es un ejercicio maravilloso para que articulen sus pensamientos, practiquen sus habilidades de escritura y compartan sus experiencias de verano con sus seres queridos. También les enseña sobre la paciencia y la anticipación, mientras esperan respuestas. Además, la alegría de recibir una nota escrita a mano a cambio es incomparable en nuestro mundo digital.

14. Observar las estrellas en una noche despejada: Las maravillas del cosmos no están más allá del alcance de tu hijo, todo lo que necesitas es una noche despejada y, si es posible, un telescopio. Extiende una manta en tu patio o ve a un lugar con poca contaminación lumínica y mira hacia el cielo estrellado. Enseña a tu hijo sobre constelaciones, planetas y la inmensidad del universo. Esta actividad no solo despierta su curiosidad e interés por la astronomía, sino que también ofrece una perspectiva humilde de nuestro lugar en el cosmos.

15. Aprender Origami u otra manualidad con papel: El Origami, el arte japonés del plegado de papel, ofrece un viaje fascinante de transformar un simple trozo de papel en diseños intrincados. Tu hijo puede comenzar con pliegues y formas básicas, avanzando gradualmente hacia creaciones más complejas. Es una actividad práctica que mejora su concentración, precisión y paciencia. A medida que progresan, obtendrán un sentido de logro y una apreciación por la delicada belleza que proviene de elementos simples.

16. Hacer una cápsula del tiempo: Las cápsulas del tiempo son una forma única de capturar el presente para disfrutarlo en el futuro. Tu hijo puede elegir artículos, dibujar imágenes, escribir cartas o incluso hacer predicciones sobre el futuro. Si tienes un jardín, pueden enterrar la cápsula. Si no, pueden encontrar un lugar especial en un bosque o parque cercano (asegúrate de que esto esté permitido y sea ambientalmente seguro). De cualquier manera, será una alegría abrirla años después, proporcionando un vínculo nostálgico con su yo pasado.

17. Construir una fortaleza o casa en el árbol: Si tienes un árbol adecuado en tu patio trasero, considera construir una casa en el árbol. Si no, una fortaleza hecha con mantas y muebles puede ser igual de mágica. Pero incluso sin un árbol o un patio trasero, tu hijo puede experimentar la emoción de construir una fortaleza. Pueden construirla en un bosque local o incluso en un rincón menos concurrido de un parque. Por supuesto, asegúrate de respetar las regulaciones locales y no dañar el medio ambiente. Involucra a tu hijo en el proceso de planificación y construcción para una lección práctica en diseño, resolución de problemas y trabajo en equipo. Una vez que esté lista, puede servir como un refugio divertido para que tu hijo juegue, lea o simplemente disfrute del aire libre.

18. Hacer una cometa y volarla: Construir y volar una cometa es una alegría en dos partes. Primero, tu hijo puede disfrutar del proceso de diseñar y ensamblar su cometa, aprendiendo sobre formas, simetría y aerodinámica. Luego viene la emoción de ver su creación volando alto en el cielo. Es una actividad al aire libre que combina creatividad, ciencia y juego físico.

19. Pintar en rocas: Emprende una mini aventura y sal a buscar rocas con tu hijo. Busca piedras lisas y planas que sean el lienzo perfecto para una sesión de pintura en rocas. De regreso en casa, limpia las rocas y déjalas secar antes de sacar la pintura. Tu hijo puede desatar su creatividad pintando las piedras con diversos diseños, patrones o incluso palabras. Podrían crear una mariquita, una cara sonriente o un arcoíris. Una vez que las rocas estén secas, pueden colocarse en el jardín, exhibirse en un alféizar o regalarse a amigos como regalos únicos hechos a mano. Es una excelente manera de fusionar la naturaleza y el arte mientras se fomentan las habilidades motoras finas y la creatividad.

20. Aprender una habilidad: El verano es el momento perfecto para que tu hijo se sumerja en el aprendizaje de una nueva habilidad. Podría ser hacer malabares, dominar un truco de magia o comenzar a tocar un instrumento musical. El proceso de aprender una nueva habilidad ayuda a desarrollar su enfoque, paciencia y persistencia. También fomenta una mentalidad de crecimiento, ya que aprenden a abrazar los desafíos, perseverar ante las dificultades y alegrarse por su progreso.

21. Comenzar una colección: Ya sea hojas, rocas, conchas marinas u otra cosa, comenzar una colección puede ser un pasatiempo cautivador y educativo para tu hijo. Desarrollarán habilidades de observación mientras buscan nuevas adiciones, y aprenderán a clasificar y organizar su colección, comprendiendo similitudes, diferencias y características únicas. Es un pasatiempo que fomenta la apreciación por el mundo natural y su abundante variedad.

22. Crear un álbum de recuerdos de verano: Tu hijo puede ser el autor de su propia aventura de verano con esta actividad. Pueden usar un álbum de recortes para hacer un seguimiento de todas las cosas divertidas que hacen durante el verano. Pueden pegar fotos, hacer collages, decorar con pegatinas y escribir historias sobre lo que hicieron cada día. Este álbum de recortes será un proyecto divertido en el que trabajar y una maravillosa forma de recordar su verano. ¡Además, es una buena manera de usar su imaginación y ser creativo!

Ahora que hemos explorado estas emocionantes actividades sin pantalla para que tú y tu hijo se sumerjan en este verano, permítenos decir una cosa: Entendemos que las pantallas a veces pueden parecer la opción más fácil. Se han convertido en parte de nuestra vida diaria y ofrecen entretenimiento inmediato.
Pero aunque no siempre sea práctico o incluso necesario eliminarlas por completo, las pantallas no deben opacar las experiencias de la vida real que nos ayudan a crear recuerdos felices para toda la vida.

Recuerda, los recuerdos de verano más preciados a menudo provienen de simples momentos pasados juntos al aire libre, explorando, creando y aprendiendo. Por eso es tan importante equilibrar el tiempo de pantalla con el tiempo sin pantalla. Y tenemos las herramientas adecuadas para ayudar:

Con la función de Programación de Ohana, puedes crear fácilmente un horario de "Verano", especificando cuánto tiempo de pantalla puede tener tu hijo cada día y a qué horas. De esta manera, el mundo digital se convierte en parte del día de tu hijo pero no en la actividad principal, dejando espacio para la diversión en el mundo real.

Cuando se trata de actividades específicas, entran en juego los Modos de Ohana. Por ejemplo, si planeas una visita al museo local, puedes configurar el dispositivo de tu hijo en Modo de Estudio, permitiendo solo la aplicación de la cámara. Esto les permite interactuar plenamente con las exhibiciones a su alrededor, tal vez incluso tomando algunas fotos memorables para su álbum de verano.

Y cuando llegue el momento de armar ese álbum, puedes configurar su dispositivo en Modo Bloqueado para evitar cualquier distracción digital. Entonces podrán prestar toda su atención a ordenar sus fotos, colocar sus calcomanías y recordar sus memorias.

Con Ohana, este verano puede ser más que solo un descanso de la escuela. Puede ser un momento para que tu hijo aprenda, se divierta y cree recuerdos increíbles. ¡Haz que este sea el mejor verano hasta ahora!